La alopecia o pérdida del cabello, es un problema que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, siendo la alopecia androgenética, la por efluvio telógeno agudo y la alopecia areata, las que afectan con mayor frecuencia a las mujeres.
Con respecto a las causas podemos decir, por ejemplo, que en el caso de aquella androgenética es causada por la sensibilidad hereditaria a la hormona masculina. El efluvio telógeno, en tanto, está relacionado con un estrés emocional, mientras que la alopecia areata tiene componentes del tipo inmunitario, genético y emocional. La prevención de estas condiciones dice relación con cambios de estilos de vida, sin embargo, existen situaciones inesperadas, como la muerte de un cercano o una enfermedad, que escapan a las posibilidades personales. La reversión depende de cada caso, la que tiene mejor evolución es el efluvio telógeno agudo, ya que obedece a una situación estresante puntual.
Es importante mencionar que la vida que estamos viviendo en este siglo es especialmente perjudicial ya que los niveles de estrés son muy elevados, lo que contribuye a deteriorar la calidad de vida y, por tanto, influyen directamente en estas condiciones y la salud en general. El tratamiento es distinto en cada una de estas enfermedades. El efluvio telógeno agudo habitualmente aparece tres meses después del factor estresor y el ejemplo más común es la alopecia post parto. En general se recupera sola, pero hay casos que requieren tratamiento médico con fármacos indicados para frenar la caída del cabello.
Por otra parte, el caso más complejo es de la alopecia areata, debido a los componentes genéticos, inmunitarios y emocionales, lo que hace que su pronóstico sea impredecible. Por último, la alopecia androgenética, que en las mujeres se presenta en la zona superior, marcada por un cabello muy fino que hace que se visualice el cuero cabelludo, su tratamiento es médico, requiere fármacos orales, tratamientos locales en base a lociones y microinyecciones. También está el microtrasplante capilar con muy buenos resultados.
Los champús medicados pueden ser un complemento del tratamiento médico, pero por sí solos no tiene ningún beneficio para la caída del cabello, en muchos casos actúan como placebo considerando que el factor emocional en estas condiciones es muy relevante. Es importante destacar que la elección del tratamiento debe ser personalizada y basada en la evaluación de un dermatólogo o especialista en pérdida de cabello.
* Dr. Jorge Burgos, médico cirujano dermatólogo, académico Medicina Universidad Andrés Bello.