INIA Chillán Presenta Estrategia Sostenible Para Combatir Enfermedad del Avellano Europeo

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) Quilamapu de Chillán, realiza hoy un taller para presentar una nueva estrategia sostenible para combatir el tizón del avellano europeo, una enfermedad que puede causar pérdidas de hasta el 50% de la producción.

A cargo de las presentaciones estarán las investigadoras Javiera Ortiz y Lorena Barra y el especialista Asdrúbal Rodríguez, todos de INIA Quilamapu de Chillán, quienes abordarán los temas “probióticos endófitos y sus mecanismos de acción”, “estrategias de uso de hongos endófitos para el control de Xanthomona en avellano europeo”, y “momentos de aplicación de hongos endófitos para el control de Xanthomona”, respectivamente.

El tizón del avellano europeo es una enfermedad causada por la bacteria Xanthomonas spp., que se caracteriza por generar lesiones en las yemas, brotes y hojas de los árboles. Según el experto en frutales de nuez de INIA Quilamapu, Asdrúbal Rodríguez, las condiciones climáticas de la primavera, con precipitaciones abundantes, son propicias para el desarrollo de esta enfermedad.

Para combatir el tizón del avellano europeo, INIA ha desarrollado una estrategia basada en el uso de hongos endófitos, que son microorganismos que viven dentro de las plantas sin causarles daño. Los hongos endófitos tienen propiedades que fortalecen las plantas, haciéndolas más resistentes a las enfermedades.

En el taller, investigadores de INIA Quilamapu presentarán los resultados de sus investigaciones sobre el uso de hongos endófitos para el control del tizón del avellano europeo. 

La actividad, que forma parte del proyecto “Biocontrol en avellano europeo con endófitos”,   financiada por el Gobierno Regional de Ñuble. 
El avellano europeo ha experimentado un gran crecimiento en el centro sur de Chile, sobrepasando las 16 mil 900 en Maule, 6 mil 550 hectáreas en Ñuble y 1 mil 200 en Biobío.  

Caso Ferrero

La compañía italiana está invirtiendo más de US$ 330 millones en el país, donde ya tiene 4 mil hectáreas de avellano europeo para lo cual ha contratado a casi 1.000 personas.
La demanda de avellanas a nivel mundial está creciendo vigorosamente, y Chile se ha convertido en un actor clave en este mercado.

La empresa italiana Ferrero, que produce productos como Nutella, Kinder Bueno y Rocher, es uno de los principales impulsores de este crecimiento.

En los últimos 10 años, las plantaciones de avellano en Chile se han multiplicado por 10, pasando a ser el cuarto frutal con más superficie sembrada.

Ferrero ha sido uno de los principales impulsores de este crecimiento. La compañía opera en Chile a través de su filial AgriChile, que tiene un brazo agrícola, con más de 4 mil hectáreas de avellano plantadas, y uno industrial, encargado de procesar las frutas para enviarlas listas para los productos finales de la compañía.

La compañía italiana ya ha invertido más de US$ 330 millones en Chile y hoy emplea a casi 1.000 personas.

De esta cifra, US$ 75 millones corresponden a una segunda planta para procesar avellana que la compañía está construyendo en San Gregorio, en la comuna de Ñiquén, cerca del Río Perquilauquén, Región del Ñuble.