Desafíos en la lucha contra las apuestas deportivas online

En el mundo actual, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, enfrentamos un dilema en la lucha contra las apuestas deportivas en línea no autorizadas. A pesar de los esfuerzos de muchos países para bloquear estos sitios, nos encontramos con un obstáculo aparentemente insuperable: las VPNs (Redes Privadas Virtuales). Estas herramientas, diseñadas para proteger la privacidad y la seguridad en línea, también se han convertido en un refugio para los amantes del juego en línea que buscan eludir las restricciones gubernamentales.

Las VPNs cifran la información y hacen que sea prácticamente imposible para los Proveedores de Servicios de Internet y las autoridades (como la Subtel) revisar el contenido del tráfico en línea para bloquear la transferencia de archivos relacionados con el juego. Esto ha resultado en un juego del gato y el ratón entre los reguladores y los sitios de apuestas en línea no autorizados, ya que estos últimos encuentran formas creativas de evadir los bloqueos gubernamentales. Cada vez que se bloquea un sitio, aparece otro con una dirección IP diferente y, a menudo, en una jurisdicción extranjera que escapa a la autoridad de las regulaciones locales.

¿Significa esto que debemos rendirnos en la lucha contra las apuestas en línea no autorizadas? No necesariamente. Si bien las VPNs representan un desafío técnico considerable, también existe una solución más efectiva y duradera: la regulación. La regulación adecuada de la industria de las apuestas en línea no solo proporciona un marco legal sólido, sino que también establece salvaguardias para proteger a los jugadores y garantizar que los operadores cumplan con estándares éticos y financieros estrictos. Cuando los gobiernos regulan los sitios de apuestas en línea, pueden establecer requisitos como verificación de la edad, límites de depósito y retiro, y medidas para prevenir la ludopatía. Además, los ingresos generados por los impuestos sobre las apuestas en línea pueden destinarse a programas de prevención y tratamiento de la adicción al juego, lo que crea un círculo virtuoso en el que se combate la ludopatía mientras se fomenta un mercado seguro y legal.

La regulación también puede ayudar a evitar la fuga de capitales hacia el mercado negro y a garantizar que los operadores cumplan con estándares éticos y de seguridad cibernética, lo que reduce el riesgo de fraude y actividades delictivas relacionadas con el juego en línea. En resumen, aunque las VPNs presentan un desafío significativo en la lucha contra las apuestas en línea no autorizadas, la regulación adecuada sigue siendo la solución más viable y efectiva. No se trata de eliminar el juego en línea, sino de hacerlo de manera segura y responsable, protegiendo a los jugadores y garantizando que los operadores cumplan con estándares éticos y legales. La regulación puede convertirse en la clave para reconciliar el entretenimiento en línea con la protección de la sociedad y la salud pública.

* David Ruete Zuñiga, director de la Escuela de Ingeniería UNAB, Sede Viña del Mar