El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el dictador norcoreano, Kim Jong-un, se reunieron este miércoles en el cosmódromo de Vostochni, en la región siberiana de Amur, para firmar un acuerdo de cooperación militar.
En el encuentro, que se extendió por más de cinco horas, Kim Jong-un prometió estrechar los lazos con Moscú, al decir que su país «siempre estará con Rusia» en su «sagrada lucha» por defender sus intereses de seguridad.
La reunión se produjo horas después de que Corea del Norte lanzara dos misiles balísticos hacia el mar, prolongando una serie de pruebas armamentistas desde principios de 2022.
Para Putin, el encuentro con Kim es una oportunidad para reponer las reservas de munición que la guerra en Ucrania ha agotado. Corea del Norte podría tener decenas de millones de proyectiles y cohetes de artillería basados en diseños soviéticos que podrían dar un gran impulso al ejército ruso en Ucrania.
La comunidad internacional, desde Estados Unidos a Asia, y Ucrania vigilan de cerca el desarrollo de la cumbre.