Un estudio en 13 comunas capitalinas, que puede aplicarse con un resultado similar en otras ciudades del territorio nacional, reveló que quienes se dedican a la actividad del comercio ambulante obtienen un promedio de 40 mil pesos de ingreso a diario, con una jornada laboral de seis días a la semana, en los que trabajan en promedio 8 y hasta 8,3 horas diariamente. Lo anterior no considera, sin embargo, que en cada familia puede haber más de uno, dos o tres vendedores. Develó también que el 72% de los encuestados no tiene autorización municipal para vender en la calle.
Este estudio de Caracterización del Comercio Ambulante, asimismo, concluyó que un 42% de los vendedores callejeros son hoy ciudadanos de nacionalidad extranjera, y que de ellos cerca de la mitad (49,1%) no tienen su situación migratoria regularizada. El análisis realizado en las comunas de la Región Metropolitana estuvo a cargo del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, a raíz de un encargo del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago. En detalle, el diagnóstico se desarrolló en 20 puntos de la capital que registran mayor concentración del comercio ambulante.
El 72% de los encuestados no tiene autorización municipal para poder vender. Aunque un 57% de ellos dijo estar dispuesto a obtener el permiso por los medios oficiales, consideraron que aquello es difícil por ser «un proceso engorroso», mientras que un 54,3% definitivamente no está dispuesto a dejar esta actividad. Después de todo, la utilidad no es nada despreciable. Así lo corrobora más del 40% de los vendedores encuestados, que estarían dispuestos a dejar esta actividad ilegal, pero no por un ingreso inferior a los 700 mil pesos mensuales. En otro orden, un 39,2% estaría sí dispuesto a formalizar su emprendimiento y a dejar de vender en la calle. También, cerca del 22% aceptaría un trabajo que requiera aprender nuevas habilidades, y un 8% aceptaría un empleo temporal.
Satisfechos con su actividad y «complicidad» del comprador
La mayoría de los encuestados tenían entre 30 y 49 años de edad y con enseñanza media, mientras que más de la mitad tiene uno o dos hijos. Un 82,9% de los comerciantes ambulantes está satisfecho con su actividad. En tal sentido, un 70% dice que, incluso tras una sanción, seguiría bajo la misma modalidad de trabajo, mientras que un 67% de los consumidores encuestados dice que, pese a recibir multas, seguiría comprando, y sobre el 90% está conforme con sus compras en el comercio ambulante. En cuanto a los bienes transados, el documento constató que ropa y comida encabezan los tipos de productos ofertados. «Esto tiene que ser algo permanente, sistemático y coordinado. De lo contrario, creo que con todas las leyes del mundo, si las leyes obvias no las podemos aplicar hoy día, para qué queremos nuevas. ¿Se requieren nuevas leyes? No, se requiere mejor fiscalización y una estrategia de copamiento», dijo el gobernador Claudio Orrego durante la presentación del estudio.
«Ahora, como el fenómeno es complejo y hay crimen organizado, hay inmigración y hay mucha rentabilidad del negocio, lo que tenemos que hacer es un esfuerzo sistemático en toda la ciudad y eso es lo que está faltando hoy día: la estrategia integral», agregó la autoridad. Mientras que Cristián Crespo, del Centro de Políticas Públicas, indicó que «desde todas las instituciones que entrevistamos esta materia, hubo bastante consenso de que el foco en temas de fiscalización, sanción, investigación y persecución penal, no tiene que estar tanto en el vendedor en la calle, sino más bien en la cadena de suministro en esa actividad. Y la buena noticia es que este esfuerzo no concluye en este estudio. Avanzamos ahora a una etapa de construcción colectiva conjunta de una propuesta de política pública, que es lo que vendrá en la siguiente fase».