La investigación arroja luces sobre el fenómeno que rodea a los niveles de testosterona en los hombres a medida que envejecen. Un estudio reciente ha revelado que los niveles de esta hormona masculina, esenciales para la vitalidad y el rendimiento, permanecen sorprendentemente estables hasta los 70 años. No obstante, a partir de este punto, la producción comienza a descender, planteando interrogantes sobre si esta disminución es una consecuencia normal del envejecimiento o si podría ser un indicador de otros problemas de salud comunes en la etapa madura.
Los resultados del estudio, publicado en la revista «Annals of Internal Medicine», sugieren que ambas hipótesis podrían ser válidas. Los expertos indican que factores como la obesidad, la hipertensión, la diabetes e incluso la situación marital pueden estar entre las razones detrás de la disminución en los niveles de testosterona, además de la inevitable influencia de la edad.
Cuando los niveles de testosterona disminuyen, pueden manifestarse síntomas como debilidad, fatiga, reducción del desempeño sexual, pérdida de masa muscular y un mayor riesgo de diabetes y demencia. Aunque la edad es un factor ineludible, este estudio sugiere que ciertos cambios en el estilo de vida podrían ayudar a preservar los niveles de esta hormona vital.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación, liderado por Bu Yeap, endocrinólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Australia Occidental, analizó 11 estudios realizados en Australia, Europa y América del Norte. Estos estudios involucraron a alrededor de 25,000 hombres y midieron los niveles de testosterona a lo largo del tiempo utilizando la técnica de espectrometría de masas. Los resultados mostraron que, en promedio, los niveles de testosterona son más bajos en los hombres mayores en comparación con los más jóvenes.
No obstante, también se descubrió que las concentraciones de otra hormona, la hormona luteinizante (HL), que aumenta la producción de testosterona, en realidad aumentan después de los 70 años. Los decrementos directamente atribuidos a la edad se consideraron «modestos», según Yeap.
Los hallazgos también destacan una variedad de factores que contribuyen a la disminución de los niveles de testosterona después de los 70 años. Entre ellos se encuentran enfermedades cardíacas, historial de tabaquismo, cáncer, diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad, así como la falta de actividad física y el estado marital. Curiosamente, tener sobrepeso u obesidad mostró una asociación más pronunciada con niveles más bajos de testosterona que la edad en sí misma.
Además, los hombres mayores de 70 años que tomaban medicamentos para controlar el colesterol alto también tenían niveles ligeramente más bajos de testosterona.
En relación a la influencia del estado marital, se encontró que tanto el matrimonio como las relaciones a largo plazo contribuían a la reducción de los niveles de testosterona en los adultos mayores. La explicación propuesta es que los hombres casados con familias podrían experimentar niveles más bajos de testosterona debido al estrés. No obstante, se reconoce que se necesitan investigaciones adicionales para comprender mejor este resultado.
En última instancia, la conclusión principal es que diversos factores sociodemográficos, de estilo de vida y médicos influyen en los niveles de testosterona en los hombres. Por lo tanto, los médicos deben considerar estos factores al interpretar los resultados de las pruebas de testosterona, ya que niveles más bajos podrían deberse a condiciones específicas en lugar de ser exclusivamente una consecuencia normal del envejecimiento.
Los expertos sugieren que, para los hombres mayores preocupados por sus niveles de testosterona, es importante consultar con un médico para determinar si la terapia de reemplazo hormonal sería adecuada. Sin embargo, enfatizan que esta terapia sólo debe administrarse si existe una razón médica sólida y siempre bajo la supervisión de un profesional médico. La dinámica de la producción de testosterona parece estar revelando una complejidad creciente, subrayando la importancia de investigaciones continuas en este campo.