La imponente majestuosidad de la principal cascada de los Saltos del Laja se ve momentáneamente opacada por un peligro inesperado. Un descubrimiento reciente ha llevado al cierre temporal del sendero que conduce a esta maravilla natural en la provincia del Biobío. El motivo: una fisura descubierta en la roca que sostiene el paso peatonal, un hallazgo atribuido a las intensas lluvias que han azotado la región, aumentando el caudal del río Laja.
Este incidente ha encendido las alarmas de seguridad a nivel regional. En ese contexto, el académico Mauricio Espinoza, perteneciente al Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Concepción (UdeC), comparte su perspectiva sobre la cuestión.
Las explicaciones del doctor Espinoza indican que la presión ejercida por el agua sobre los sedimentos rocosos aumenta el riesgo de fractura o incluso de reactivación de fisuras previas. El peligro radica en la posibilidad de que el bloque adyacente a la roca afectada colapse y caiga. Ante tal escenario, medidas preventivas resultan imperativas.
«La presión que ejerce el agua en los poros de la roca puede provocar fracturas. Es necesario tomar medidas preventivas», advierte el doctor en Ciencias Geológicas.
Esta amenaza no se limita exclusivamente a los Saltos del Laja. La Región del Biobío alberga varios lugares susceptibles a eventos de remoción en masa, como desprendimientos de rocas y deslizamientos, desencadenados por lluvias intensas o terremotos. Efectivamente, Saltos del Laja se ven afectados por esta preocupante situación, ya que en la Región del Biobío existen varios puntos que muestran susceptibilidad a eventos de remoción en masa, como desprendimientos de rocas y deslizamientos, los cuales pueden ser desencadenados por lluvias intensas o terremotos.
Zonas ubicadas en la Cordillera de la Costa, como Cocholgüe, Tomé, Talcahuano, Coliumo y Tumbes, enfrentan anualmente estos fenómenos, que se intensifican durante periodos de lluvias agudas, como ha sido el caso del sistema frontal que ha impactado en los últimos días.
El doctor Mauricio Espinoza y la geóloga Natalia Sepúlveda, del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), coinciden en que el riesgo geológico se debe a las pronunciadas pendientes en rocas sedimentadas presentes en la mayoría de estos sectores. Estas rocas se caracterizan por tener menor resistencia, lo que contribuye a la vulnerabilidad. Esto se aprecia especialmente en las rocas de la Formación Curanilahue.
Para abordar esta problemática, se plantea una serie de medidas preventivas y desafíos a considerar tanto en los Saltos del Laja como en otros lugares propensos a eventos meteorológicos extremos.
La geóloga Natalia Sepúlveda, del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), coincide con el doctor Espinoza al señalar que esta vulnerabilidad geológica se origina en las pronunciadas pendientes y en la menor resistencia característica de las rocas sedimentadas. Ejemplos de esto son las rocas de la Formación Curanilahue.
Ante este panorama, se hace evidente la necesidad de implementar medidas de prevención y mitigación del riesgo, tanto en los Saltos del Laja como en otras zonas vulnerables ante fenómenos meteorológicos extremos.
Una de las principales medidas propuestas es restringir el acceso a la zona afectada, evitando la acumulación de peso que podría precipitar un colapso. Por lo tanto, se convierte en una prioridad evitar el tránsito de personas y vehículos en esa área.
Una evaluación minuciosa de la situación en terreno se convierte en un paso esencial para evaluar la probabilidad de deslizamiento de la roca. En este sentido, el Sernageomin está realizando análisis exhaustivos en el sitio de la ruptura.
Los especialistas subrayan la importancia de identificar claramente los puntos donde ocurren estas remociones de masas e inundaciones mediante estudios específicos llevados a cabo tanto por el Sernageomin como por entidades municipales y universidades.
Además, se enfatiza la necesidad de generar mapas de peligro geológico e inundación, así como modelos de pronóstico para áreas afectadas y períodos de recurrencia. Esto debe considerar los efectos locales del cambio climático. Asimismo, se resalta la importancia de un monitoreo continuo de las áreas de riesgo identificadas y la implementación de políticas públicas adecuadas para abordar efectivamente estos problemas.
En este contexto, se subraya la importancia de incorporar estudios de riesgo geológico y de diversas amenazas en los planes reguladores, garantizando su aplicación en la clasificación de uso de suelos.
La situación actual pone de relieve la importancia de la vigilancia constante y la colaboración entre entidades científicas y gubernamentales para salvaguardar la seguridad en áreas de interés turístico y geológico. Mientras los expertos continúan investigando y evaluando la situación en los Saltos del Laja, las autoridades locales priorizan la seguridad de la comunidad y los visitantes.