La Fiscalía Nacional publicó el Primer Informe Estadístico de Homicidio con Perspectiva de Género, el cual abarca tanto los femicidios como los parricidios. El documento analiza los delitos cometidos entre los años 2020 y 2022, para lo que comienza -a modo de introducción- describiendo el panorama internacional respecto del año 2021, con datos de la Agencia Internacional contra las Drogas y el Crimen Organizado, el cual determinó que 81.000 mujeres en todo el orbe fueron asesinadas, y de ese universo el 56% fue ultimada por sus parejas o familiares.
Respecto al caso chileno, informa que el año donde se registró la mayor cantidad de víctimas de femicidio fue el 2021, con un total de 55; seguido del año 2022, en el que se produjeron 52 femicidios, y en el año 2020 se cometieron 47 femicidios. Según el organismo persecutor, el fenómeno del año 2021 obedece a que ese año hubo una disminución en la cantidad de muertes violentas de mujeres, pero aumentaron casos de femicidio, por cuanto en ese año 90 mujeres fueron asesinadas pero los femicidios alcanzaron el 61%. Asimismo, Fiscalía advierte que, desde que se incorporaron los artículos 390 bis y ter al Código Penal en el año 2020 mediante la publicación de la Ley N°21.212 (Ley Gabriela), se ha registrado un total de 154 femicidios.
Promedio de de edad de femicidios: 39 años
Enseguida, señala que los femicidios se distribuyen de forma desigual en el territorio, puesto que, si bien las Fiscalías Regionales Centro Norte, Valparaíso y Sur son aquellas que concentran la mayor cantidad de casos durante los 3 años, ocurre que durante el 2022 la Fiscalía Regional de Los Lagos tuvo la mayor concentración de casos (1,8). Es decir, no existe un patrón regular para comparar dentro del periodo. Con respecto a la edad de las víctimas de femicidio (2022), se pudo apreciar que el promedio es 39 años, mientras que la edad más baja es de 17 años y la víctima que tenía mayor edad a la hora de cometerse el delito tenía 76 años. En cuanto a la nacionalidad de las víctimas durante los últimos tres años, la mayoría eran chilenas (83%); en el caso de las extranjeras, el mayor número corresponde a mujeres de nacionalidades venezolana (6%) y colombiana (4%).
Usos de arma blanca y ahorcamiento
De manera similar, la mayoría de los imputados correspondía a chilenos (entre 79% y 84%); en cambio, de nacionalidad extranjera, el mayor número corresponde a hombres de nacionalidades venezolana (5%) y colombiana (4%). Sobre el tipo de femicidio, corresponde al íntimo VIF (89%), seguido del femicidio no íntimo (13%), y la violación con femicidio y el íntimo no VIF un 4% cada uno. Por otra parte, en lo que respecta a los homicidios por conexión (una mujer es asesinada por interponerse en la “línea de fuego” de un victimario que pretende asesinar a otra) se pudo encontrar tres homicidios. Y en relación al vínculo que tenía la víctima con el imputado, se revela que el 52% era de conviviente, respecto del cual el sitio más frecuente donde se cometió el femicidio correspondía al domicilio común, seguido por el domicilio de la víctima (21%). El medio de comisión (2022) utilizado en los femicidios, en su mayoría fue el arma blanca (35%), seguido del ahorcamiento (15%).
El 25% de los hombres se suicida tras el femicidio
A su vez, en el año 2022, 11 de las víctimas de femicidio mantenían causas previas de violencia con la misma pareja que es imputada. De esas mujeres, dos poseían medidas cautelares para su protección, lo que no les sirvió de nada para salvar sus vidas. Acerca de los hombres que posteriormente al femicidio se suicidaron, se indica que 13 de ellos lo realizaron (25%). Con respecto a las mujeres imputadas, del total de personas imputadas por homicidios consumados, las mujeres no superan el 10% en los tres años analizados (la mayoría entre 18 y 29 años), concentrándose la mayor parte en la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte. La mayoría de las imputadas por homicidio son chilenas (93%), seguidas de venezolanas, peruanas y una haitiana. El medio utilizado por las imputadas, en su mayoría corresponde a un arma blanca cuando asesinaron a sus parejas, cuyos hechos ocurrieron mayormente en el domicilio común compartido por ambos.