El Fútbol Chileno Juega su Partido más Complicado 

El mundo del balón píe nacional  se encuentra nuevamente bajo el escrutinio público, enfrentando acusaciones de multipropiedad, interferencia de representantes en los clubes y controvertidos vínculos con casas de apuestas o casinos on line. Todo esto resurge en medio de los preparativos para la licitación del Mundial 2030, que se ha convertido en la principal prioridad de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). 

La relación entre las casas de apuestas y el fútbol chileno ha sido objeto de controversia y análisis. El Servicio de Impuestos Internos (SII) ha acusado a estas empresas de evasión y «ejercicio clandestino del comercio», lo que ha generado una serie de debates tanto en el Congreso como en los tribunales.

Un aspecto que ha llamado la atención es la presencia de la casa de apuestas Betsson como auspiciador principal tanto de la Primera División como del Torneo de Ascenso, situación que ha desencadenado interrogantes sobre posibles conflictos de interés. No es una problemática exclusiva de Chile, ya que incluso en la liga inglesa se ha prohibido la publicidad de apuestas deportivas.

Pablo Milad, presidente de la ANFP, ha defendido la relación con las casas de apuestas argumentando que representan un ingreso significativo para el fútbol chileno, especialmente en el ámbito del fútbol femenino y formativo. Según Milad, «estos recursos se orientan más que nada en ese sentido».

El 3% de las apuestas generadas por estas empresas estaría destinado al fútbol, según Milad, quien también ha resaltado la implementación de medidas de control. La ANFP ha establecido colaboraciones con empresas externas como Trade Sport y Genius Sports, que reportan a través de Conmebol y, en ciertos casos, a través de contratos internos. Estas empresas están diseñadas para identificar situaciones atípicas, como un exceso de apuestas en momentos específicos de un partido, como una tarjeta amarilla en el minuto 15′.

A medida que el fútbol chileno busca equilibrar sus vínculos con las casas de apuestas y garantizar la transparencia en esta área, se espera que las discusiones legislativas y las acciones de regulación contribuyan a una industria más ética y responsable.

En un intento por restablecer el orden y «purificar» la industria, se ha desarrollado un plan colaborativo entre actores clave en este mercado: la ANFP, el Congreso y el Gobierno. Este plan contempla reformas a las Sociedades Anónimas y la creación de un Código de Ética a cargo del abogado Arturo Fermandois.

Milad, ha reafirmado que la industria chilena del fútbol no se verá afectada en su candidatura para albergar el Mundial 2030, a pesar de las controversias en curso. Según el dirigente, «no existen problemas profundos en la Federación en la actualidad».

Uno de los problemas más candentes es la multipropiedad, donde representantes de jugadores son señalados por tener intereses en la propiedad de clubes, lo que crea conflictos de interés. El proyecto de ley presentado por el senador Matías Walker busca reformar las Sociedades Anónimas Deportivas y permitir que los aficionados asociados al club tengan una participación minoritaria. Además, se está considerando la participación de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) en la supervisión de la industria.

A medida que el fútbol chileno busca recuperar su integridad y reputación, se espera que las reformas propuestas y la implementación de un Código de Ética ayuden a sanear la industria y garantizar la transparencia en todas las áreas del deporte.Y lo anterior, pensando en el próximo campeonato del mundo, del cual Chile es parte. Si la FIFA estima que las actuaciones y las soluciones a las dificultades del fútbol chileno no son suficientes, no habrá garantías de que nuestro país sea una de las naciones organizadoras del campeonato del mundo 2030, año histórico pues se cumplen 100 de torneos mundiales de fútbol.