El equipo ibérico logró por primera vez adjudicarse el trofeo deportivo más importante de la disciplina, la Copa FIFA, la más deseada de todas. Con un 1-0, a cargo de Olga Carmona, ganaron a las inglesas, que se quedaron finalmente con la segunda posición. En muchas ciudades de España siguieron el crucial partido jugado en Australia a través de pantallas. En Madrid, la capital hispana, cientos y cientos de hinchas siguieron el encuentro en el polideportivo Huizink Center y en bares de los alrededores.
La final se disputó en el Stadium Australia de Sídney, al tope de aficionados entusiastas alentando a ambos equipos. Las dos selecciones salieron con ímpetu al terreno de juego, con ligero dominio de las inglesas, que sacaron el primer remate directo en el minuto cinco, y que 10 minutos después pegaron un balón en el travesaño. Pero España no se quedó atrás y en el minuto 11 una jugada de Salma Paralluelo estuvo cerca de convertirse en gol. Las inglesas, con una parte baja sólida comandada por Millie Bright, se multiplicaban por impedir el enlace del mediocampo español con el juego explosivo de Salma Paralluelo, una amenaza constante.
España apostó al juego de control de Aitana Bonmatí y Jenifer Hermoso para conectar al frente con su línea de ataque. Inglaterra, en cambio, centró su juego en la solidez defensiva y los balones largos en busca de las internadas en profundidad de Alessia Russo y Lauren Hemp. El equilibrio se rompió cuando Teresa Abelleira recuperó un balón por la banda derecha y cruzó a la izquierda donde Caldentey sirvió a la internada de Olga Carmona para poner el 1-0 definitivo.
