Cinco vacunas para adultos mayores pueden reducir el riesgo de Alzheimer

La lucha contra el Alzheimer, una enfermedad que afecta a más de 6 millones de personas sólo en Estados Unidos y que sigue en aumento globalmente debido al envejecimiento demográfico, está impulsando a científicos de diversas instituciones y naciones a explorar investigaciones que busquen tratamientos capaces de detener, prevenir o incluso curar esta devastadora condición.

Un nuevo estudio liderado por el centro académico e investigativo UTHealth Houston ha planteado un vínculo entre la aplicación de ciertas vacunas y una reducción en el riesgo de desarrollar Alzheimer en adultos mayores de 65 años. En particular, se ha observado una asociación entre la vacuna contra el tétanos y la difteria, con o sin componente para la tos ferina (Tdap/Td), la vacuna contra el herpes zóster (HZ), comúnmente conocido como culebrilla, y la vacuna contra el neumococo.

Publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, este estudio fue dirigido por Kristofer Harris, gerente de programa en el Departamento de Neurología de la Escuela de Medicina McGovern en UTHealth Houston, y el autor principal del artículo fue Paul E. Schulz, MD, Profesor Rick McCord de Neurología en la misma institución.

Estos nuevos descubrimientos llegan poco más de un año después de que el equipo liderado por Schulz publicara otro estudio que sugería que las personas que habían recibido al menos una vacuna contra la influenza tenían un 40% menos de probabilidades de desarrollar Alzheimer en comparación con aquellos que no habían sido vacunados. En palabras de Schulz: «Nos planteamos la pregunta de si este hallazgo relacionado con la influenza era exclusivo de esa vacuna en particular. Los datos actuales nos sugieren que varias vacunas adicionales para adultos también podrían estar asociadas con una reducción en el riesgo de Alzheimer».

Schulz, quien también es director del Centro de Trastornos Neurocognitivos de la Escuela de Medicina McGovern, destacó que tanto él como otros expertos han planteado la hipótesis de que el sistema inmunológico podría estar implicado en el desencadenamiento de la disfunción cerebral presente en el Alzheimer. En sus palabras: «Los hallazgos sugieren que la vacunación podría tener un efecto más general en el sistema inmunológico, reduciendo así el riesgo de desarrollar la enfermedad».

El enfoque del estudio

El grupo de investigadores, que incluyó a Yaobin Ling y Avram Bukhbinder, llevó a cabo un estudio de cohorte retrospectivo en el cual se compararon dos grupos de pacientes, uno vacunado y otro no vacunado, a través del uso de emparejamiento por puntuación de propensión. Este análisis involucró a pacientes mayores de 65 años, sin demencia al comienzo del período de seguimiento de ocho años. Los resultados demostraron que aquellos que habían recibido la vacuna Tdap/Td tenían un 30% menos de riesgo de desarrollar Alzheimer, mientras que la vacunación contra el herpes zóster se asoció con una reducción del 25% en el riesgo, y la vacuna contra el neumococo presentó una reducción del 27% en el riesgo.

Estos porcentajes, comparables a los efectos de nuevos tratamientos contra el Alzheimer, sugieren que las vacunas podrían desempeñar un papel significativo en la protección contra esta enfermedad neurodegenerativa.

Se cree que el impacto positivo de las vacunas en la prevención del Alzheimer podría deberse a diversos mecanismos, como el fortalecimiento de la respuesta inmunológica ante la acumulación de proteínas tóxicas relacionadas con la enfermedad o la reducción de la neuroinflamación provocada por infecciones como el herpes zóster.

La relevancia de las vacunas

El impacto de estas investigaciones no solo se circunscribe al campo de la prevención del Alzheimer, sino que también resalta la importancia de las vacunas de rutina para adultos. La disponibilidad y aplicación generalizada de estas vacunas ya forman parte de los programas de salud pública, lo que potencialmente facilitaría la implementación de estrategias preventivas más accesibles.

En palabras de Kristofer Harris, este estudio «es una victoria tanto para la investigación de prevención del Alzheimer como para la salud pública en general», reforzando la noción de que la vacunación podría aportar una solución en la lucha contra esta enfermedad que afecta profundamente a la calidad de vida de muchas personas.