Al menos unas 100 personas han muerto como consecuencia de los incendios en Hawái, según las autoridades locales, que además detallaron que de momento los rescatistas sólo han peinado un 25% de la zona afectada, lo que significa que la cifra de fallecidos podría eventualmente escalar a un millar. En una rueda de prensa, el gobernador del Estado, Josh Green, se disculpó por el lento avance de los trabajos de recuperación de restos mortales, pero aseguró que el ritmo «se acelerará». Hawai está haciendo frente al desastre, pero la frase que más se escucha es «No queda nada, todo se ha ido».


El jefe de policía de Maui, John Pelletier, explicó que la cifra de muertos, la más alta registrada por un incendio en el Estado, seguirá creciendo. Y en una entrevista a la CBS, Green señaló que los rescatistas «probablemente encontrarán de 10 a 20 personas por día hasta que terminen» sus tareas. Las autoridades anunciaron además que los nombres de los fallecidos comenzarán a hacerse públicos a partir de este miércoles 16, siempre y cuando sus familias hayan sido notificadas con anterioridad.
Reconstrucción millonaria
Green ha subrayado en los últimos días que, a medida que avancen las labores de rescate, las cuales cuentan con la ayuda de 20 perros y de personal de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), se incrementará la cifra total de muertos. FEMA y el Centro de Desastres del Pacífico (PDC, por sus siglas en inglés) estimaron el sábado que reconstruir Lahaina costará al menos 5.520 millones de dólares (5.056 millones de euros). El desastre se ha convertido en el fuego más mortífero del último siglo en los Estados Unidos, y todavía hay cientos de personas desaparecidas.
Dudas sobre el sistema de alarmas
Los gigantescos incendios también han despertado las críticas sobre unos mecanismos de alerta que parecen no haber funcionado. Algunos de los supervivientes han denunciado que no recibieron ningún aviso de las autoridades mientras el fuego se propagaba por Lahaina, y que se enteraron cuando vieron las llamas con sus propios ojos, o a sus vecinos correr por las calles. «La montaña detrás de nosotros se prendió en fuego, y ¡nadie nos avisó!», lamentó ante la AFP Vilma Reed, una residente de 63 años. Ese problema con el sistema de alarmas pudo deberse a los cortes de energía que paralizaron las telecomunicaciones en gran parte de la isla.
Interrogada sobre la razón por la que las sirenas de la isla no sonaron, la senadora por el Estado de Hawái, Mazie Hirono, respondió que esperaría los resultados de la investigación anunciada por la fiscal general de ese Estado, Anne Lopez. «No voy a dar ninguna excusa para esta tragedia», dijo la demócrata en la cadena CNN. (Agencias).