El diseño del puente contempla una extensión de 1.209 metros, con una inversión estimada de $90 mil millones.
Este viaducto que va a conectar Talcamávida en la comuna de Hualqui con Santa Juana, tiene un costo estimado de $90 mil millones. Para su materialización el Estado ha definido pasos previos. Es en ese contexto en que se ha adjudicado a la empresa LEN e Ingenieros Consultores Asociados el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). El Ministerio de Obras Públicas destinó 684 millones de pesos para llevar a cabo el proceso de licitación del EIA, adjudicados a LEN e Ingenieros Consultores.
El puente Amdel, no sólo es un paso cardinal, fundamental para las comunas directamente involucradas, sino que va a establecer una nueva vía de comunicación directa hacia Concepción para las ciudades como San Rosendo, Laja y Nacimiento en la provincia de Biobío.
El puente conectará la zona sur con una vía que enlazará Talcamávida, Hualqui y Chiguayante, facilitando la comunicación con Concepción. Además, se abrirán oportunidades para integrar la zona nororiente con Yumbel, Laja y San Rosendo a través de caminos interiores. En dirección sur, el puente conectará con la Ruta de la Madera hacia Santa Juana y Nacimiento.
La exigencia de este estudio se origina a raíz de la entrada en vigor de la nueva Ley de Humedales Urbanos, que incluye a los cursos de agua que son afluentes de dichos humedales y cuya intervención podría tener un impacto en ellos. Dado que el río Biobío es considerado un afluente, cualquier proyecto desarrollado en sus aguas debe someterse obligatoriamente a una evaluación de impacto.
La idea de construir un nuevo puente sobre el río Biobío se ha planteado hace más de 25 años, cuando surgió en un foro promovido por la recién creada Asociación de Municipios para el Desarrollo Local (Amdel). Esta asociación reúne a los municipios de Cabrero y Yumbel en la provincia de Biobío, y de Florida, Hualqui, Pedro de la Paz y Santa Juana en la provincia de Concepción.
Con el respaldo de las organizaciones sociales del territorio, esta iniciativa se incorporó en el Anteproyecto Regional de Inversión (ARI) desde 1999 hasta la fecha actual.
Después de múltiples reuniones con autoridades a diferentes niveles, se obtuvieron los fondos para llevar a cabo el estudio de prefactibilidad en 2011, con un costo de 200 millones de pesos. Durante este proceso se determinó un aspecto crucial: el punto más adecuado y rentable en el río Biobío, desde Chiguayante hasta Laja, para la construcción del puente. La ubicación idónea fue identificada entre Talcamávida y Santa Juana.
La segunda fase fue el estudio de ingeniería y arquitectura, realizado entre 2014 y 2015 con un costo de 500 millones de pesos. Los resultados fueron presentados al Ministerio de Obras Públicas para su revisión y al Ministerio de Desarrollo Social para su evaluación económica y social.
En agosto de 2020, el ex Presidente Sebastián Piñera anunció una serie de inversiones en obras viales para reactivar la economía nacional en el contexto de la pandemia por el covid-19. Esto incluyó el proyecto del puente Amdel, cuya inversión superaría los 90 mil millones de pesos.
Respaldando el proyecto, el alcalde de Cabrero, Mario Gierke, expresó su satisfacción por la adjudicación del Estudio de Impacto Ambiental a la empresa encargada. Gierke lidera la Asociación de Municipalidades por el Desarrollo Local (Amdel), que durante más de 20 años ha trabajado para convertir esta propuesta en realidad.
Gierke destacó que la iniciativa busca fortalecer el desarrollo integral de una zona con desafíos y distante de las principales rutas de conexión con los puertos de la Región. También subrayó la creación de cientos de puestos de trabajo, lo que contribuirá a la integración regional y a brindar empleo a quienes lo necesitan.
El proyecto del puente sobre el río Biobío tendrá una longitud de 1.209 metros, distribuidos en 30 tramos de 40 metros simplemente apoyados. La estructura permitirá la conexión entre Santa Juana y Talcamávida. La superestructura estará compuesta por una losa de hormigón apoyada en cuatro vigas de hormigón postensado. La calzada tendrá un ancho de 10 metros y un pasillo de 3,5 metros a un lado, con defensas de hormigón.La infraestructura del puente consistirá en cepas proyectadas sobre pilotes de 32 metros de longitud.