¿Por qué causa preocupación que China haya entrado en deflación?  (¿y qué efectos puede tener en Chile?)

* El ex ministro de Hacienda durante el Gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Eduardo Aninat, manifestó su preocupación por la situación económica en China, asegurando que ésta podría ser complicada para Latinoamérica y específicamente para Chile». El doctor en Economía de Harvard calificó el escenario para nuestro país como «muy preocupante». Explicó que las noticias que han surgido en China en el último mes y medio son muy inquietantes, porque «China es el primer o segundo mercado para una cantidad de exportaciones considerables de Chile».

La economía china ha entrado en deflación. Los precios en julio bajaron por primera vez en más de dos años. El Índice de Precios al Consumo (IPC) oficial, que mide la inflación, cayó un 0,3% el mes pasado con respecto al mismo periodo del año anterior. Según los analistas, esto aumenta la presión sobre el gobierno de Pekín para que reactive la demanda, en la que es la segunda economía más grande del mundo. La noticia llega después de los débiles datos de importaciones y exportaciones, que generaron dudas sobre el ritmo en el que se está recuperando China después de la pandemia.

El país también se enfrenta a la creciente deuda del gobierno y a problemas en el mercado inmobiliario. El desempleo juvenil, que se sitúa en máximos históricos, también preocupa, ya que se espera que este año se incorporen al mercado laboral chino 11,58 millones de graduados universitarios, una cifra récord. La caída de los precios dificulta a China reducir su deuda y enfrentar todos los retos que de ésta se derivan, como la desaceleración del crecimiento, según los analistas. «No existe una receta secreta para elevar la inflación», afirmó Daniel Murray, de la firma de inversión EFG Asset Management. Él recomienda hoy una «simple combinación de más gasto público y menos impuestos, junto con una política monetaria más flexible».

¿Cuándo empezaron a caer los precios?

Las exportaciones chinas cayeron un 14,5% en julio en comparación con el año anterior, mientras que las importaciones cayeron un 12,4%. La mayoría de los países desarrollados experimentó un aumento del gasto de los consumidores, luego de que se terminaran las restricciones de la pandemia. El enorme aumento de la demanda de bienes, cuya oferta era limitada, unido al encarecimiento de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, infló los precios. Pero eso no fue lo que ocurrió en China, donde los precios no se dispararon cuando el país salió de las restricciones más estrictas del mundo contra el coronavirus. La última vez que cayeron los precios fue en febrero de 2021.

De hecho, los precios han estado al borde de la deflación durante meses, y estuvieron estancados a principios de este año debido a la debilidad de la demanda. Los precios que pagan los fabricantes chinos también han estado cayendo. “Es preocupante en la medida en que demuestra que la demanda en China es escasa, mientras que en el resto del mundo, especialmente en Occidente, está despertando”, dijo Alicia García-Guerrero, profesora de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong. “La deflación no ayudará a China. La deuda se hará más pesada. Todas éstas no son buenas noticias”, añadió. Las cifras oficiales también han mostrado una caída significativa en las importaciones y exportaciones.

¿Por qué la deflación es un problema?

China produce una gran proporción de los bienes que se venden en todo el mundo (Chile es uno de los mayores compradores). Un posible efecto positivo de un periodo prolongado de deflación en el país puede ser que ayude a frenar la subida de precios en otras partes del mundo. Sin embargo, si los productos chinos a precios reducidos inundan los mercados globales, podrían tener un impacto negativo en los fabricantes de otros países. Se podría ver golpeada la inversión y el empleo. Un periodo de caída de precios en China también podría golpear las ganancias de las empresas y el gasto de los consumidores. Esto podría provocar más desempleo. También podría provocar una caída de la demanda de energía, materias primas y comida del país, que es el mercado más grande del mundo, lo cual afectaría a las exportaciones a nivel global.