La bancada de diputados del Partido Republicano anunció este martes que impulsará una acusación constitucional en contra del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, la segunda desde que ocupa ese cargo, pero esta vez por su responsabilidad política en el Caso Convenios. «Después de este mes de estudio, podemos concluir que vamos a llevar a cabo una acusación constitucional por tres méritos bien definidos: comprometer gravemente el honor de la nación, infringir la Constitución y las leyes, y por haber dejado éstas sin ejecución», adelantó el jefe del comité Republicano, Benjamín Moreno.
Su par gremialista, Guillermo Ramírez, sostuvo en tanto que «hay argumentos suficientes para lograr que se apruebe en la Cámara de Diputados y pase al Senado para que se pueda decidir sobre el fondo». Aunque está a favor del libelo, el jefe de la bancada RN, Frank Sauerbaum, admitió que «nadie le quiere proferir al ministro Jackson un daño político de largo plazo», de manera que «si el Gobierno pretende sacarlo a la brevedad, miraremos eso con buenos ojos y evaluaríamos nuestro apoyo a la acusación».
Lo que dijo Jackson
«No me sorprende. Tienen el legítimo derecho de hacerlo, pero me encantaría que una pizca de esa energía se pudiera gastar para llegar a acuerdos en pensiones y en pacto fiscal», respondió Jackson. El titular de Desarrollo Social aseguró que no está involucrado en «absolutamente ninguno» de los hechos que se han denunciado en el marco del Caso Convenios. Señaló que espera castigo para los responsables, pero «que no se haga de esto una cacería de brujas sin ningún fundamento». Según el cuestionado secretario de Estado, la acusación «es un intento de desviar el foco de los proyectos». Añadió que no está involucrado en «absolutamente ninguno» de los hechos que se han denunciado y, por ello, dijo que espera conocer los argumentos de opositores que lo señalan como el «rostro de la corrupción» en el Estado.