Pamela Uribe (38) es una científica chilena que se ha dedicado a investigar la biología de la reproducción humana. Nació en la comuna de Santa Bárbara, situada a 146 kilómetros al sur de Concepción, la profesional destaca por su trabajo en el desarrollo de nuevos tratamientos para la infertilidad masculina.
Uno de los avances más recientes de su investigación, es el desarrollo de un antioxidante que puede proteger a los espermatozoides de un tipo de estrés celular que puede provocar infertilidad masculina.
«Este es un tema que está en auge a raíz del aumento de los casos de infertilidad masculina, sobre todo por deterioro de la calidad de los espermatozoides en los varones. Nuestro trabajo busca desarrollar métodos para mejorar la calidad de los espermatozoides y, de ese modo, ayudar a las parejas que tienen problemas de infertilidad», sostiene.
La investigación de la científica y su equipo tiene el potencial de revolucionar el campo de la reproducción humana. Sus resultados podrían llevar al desarrollo de nuevos tratamientos para la infertilidad, y también podrían ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que luchan con este problema.
La bióloga es una inspiración para los jóvenes que quieren dedicarse a la ciencia. A pesar de haber crecido en una zona rural, ella nunca se rindió de su sueño de convertirse en científica. Su historia demuestra que la ciencia es una herramienta poderosa que puede ser utilizada para mejorar la calidad de vida de las personas.
«Quiero decirles a los jóvenes que si tienen el interés en estudiar una carrera relacionada con ciencia y desarrollar investigación científica, les digo que es posible, solo hay que tener las ganas, el entusiasmo y la responsabilidad de cumplir académicamente con todo lo que se exige. Pero no es limitante el hecho de provenir de un sector rural o de un pueblo pequeño».
Desde pequeña mostró interés por la ciencia, y en 2007 ingresó a la Universidad de La Frontera para estudiar biología celular y molecular. Durante su tiempo en la universidad, participó en varios proyectos de investigación, lo que le permitió profundizar sus conocimientos en el campo de la reproducción humana.
En 2011, la profesional obtuvo un doctorado en biología celular y molecular en la Universidad de La Frontera. En ese momento, su línea de investigación comenzó a desarrollarse en el área de biología de la reproducción. Ya a partir de 2016, inició su participación en el Centro de Excelencia en Medicina Traslacional, un lugar que alberga distintos laboratorios que abordan tópicos de investigación como el cáncer, la microbiología y la reproducción humana.