“ Adiós adiós porque yo ya me voy, mi corazón jamás te podrá olvidar”!
Así comienza una de las tantas canciones grabadas en el sello Odeon por la pequeña gran Cecilia. Este lunes y martes será la despedida de la hija ilustre de Tomé y que puso el nombre de la comuna en todos los rincones de Chile.
“El cielo azul tal vez dirá lo que mi amor siempre anheló”
Cecilia cantó al amor y al desamor. A la soledad y a la espera. Hoy sus cenizas estarán en la que en su juventud era la comuna textil de Chile, con grandes empresas y una población que vivía en torno a su producción. Lunes y martes serán de tristeza, de lágrimas por la partida de la mujer más importante de la canción popular chilena.
Su ánfora estará en los establecimientos donde estudió, en la Iglesia Parroquial, junto a jóvenes cantantes, en el Centro Cultural y en el corazón de la gente. Este martes a caer el sol llegará a la tumba donde se unirá a sus padres.
La primera vez que su voz quedó registrada en un disco fue en octubre de 1961, con Los de Tomé. Puso todo su talento, junto a los hermanos González, en “Muchacha triste y solitaria” y “No apuestes cariño”, dos canciones norteamericanas.
La letra de la primera queda para el recuerdo de quien mostró su voz y sentimientos a Chile.
“Vivo abandonada, vivo sin ti, pues nunca he tenido suerte en el amor”
“Estoy triste, muy triste de veras, cansada de tanto esperar”.
Por Héctor Alarcón Manzano, periodista.
