El 20 de julio último, en Teherán, los ministros de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, y de Irán, Mohammad Reza Gharaei Ashtiani, suscribieron un acuerdo de cooperación internacional, que contemplaba litio, misiles, armas e inteligencia en el ciberespacio. Este acto no pasó inadvertido. Por el contrario, fueron los argentinos quienes abrieron las críticas, sobre todo por la implicancia de Irán en los atentados terroristas acaecidos en 1992 y 1994 en Buenos Aires, hechos sobre los cuales la justicia trasandina ha acusado la participación del Estado iraní a través del personal diplomático de ese país, junto con miembros del grupo terrorista Hezbolláh.
El ministro de defensa de Irán, Reza Gharaei Ashtiani, sin embargo, aseguró que el objetivo del acuerdo era suministrar equipos que permitan a Bolivia combatir el narcotráfico y “preservar su seguridad fronteriza”, pero su par el ministro, Edmundo Novillo, admitió que parte de lo convenido implica la compra de drones Shahed-186 –una versión mejorada del Shahed-136- el dron suicida que los rusos hoy están ocupando en forma masiva contra Ucrania. El personal diplomático que trabaja bajo el formato de la embajada iraní La Paz, es uno de los más numerosos del continente, por lo que se desprende la existencia de una relación importante entre el Gobierno de Irán y el de Bolivia en diferentes áreas, incluyendo la de seguridad y defensa, pero inédita en términos del nivel de profundidad diplomática que contempla este nuevo convenio.Drones suicidasLa República Islámica de Irán tiene una larga historia en la producción de drones. Desde los años 80, los ingenieros iraníes han estado desarrollando este tipo de aeronaves.
Irán ha adquirido clandestinamente componentes electrónicos occidentales y ha aplicado ingeniería inversa. Esto ha permitido a Irán desarrollar una variedad de modelos de drones, incluyendo el Mohajer-6, el Shahed-129 y el Shahed-136.El Mohajer-6 es un pequeño drone de vigilancia que puede ser equipado con proyectiles guiados. El Shahed-129 es un drone más grande que puede realizar misiones de reconocimiento y ataque. El Shahed-136 es un dron kamikaze que puede estrellarse contra su objetivo y detonar una carga explosiva.Irán ha estado utilizando estos drones tanto en la invasión rusa a Ucrania, como en la guerra de Siria. Los aparatos iraníes han sido usados para atacar objetivos militares y civiles, en ambos conflictos.
Todo lo anterior genera la consiguiente preocupación y rechazo porque estos drones provocan desajustes con los países vecinos, Chile y Argentina entre ellos, y generan profundas desconfianzas en términos de tecnologías distintas que llegan a Sudamérica, una zona de historial pacífico y que normalmente ha estado liderada, y con un apoyo muy directo, por Estados Unidos. Los gobiernos de Chile y Argentina, ambos limítrofes con Bolivia, han solicitado a través de sus ministros de Relaciones Exteriores, información al país altiplánico sobre los alcances del acuerdo de cooperación en defensa y seguridad firmado por país altiplánico e Irán el pasado 20 de julio en Teherán.