Tras 13 años de ocurrido derrumbe de mina San José, salió el fallo que obliga al Fisco a pagar millonaria indemnización a 31 de los 33 mineros.

Minero Esteban Rojas abraza a su esposa tras ser rescatado

A 13 años del accidente ocurrido en la mina San José, en la comuna norteña de Caldera, la Corte Suprema confirmó el fallo que obliga al fisco a pagar una indemnización de 40 millones de pesos por daño moral a 31 de los 33 mineros que quedaron aquella vez atrapados en el yacimiento. El fallo de la Tercera Sala, establece que “el Estado de Chile incurrió en falta de servicio, pues el Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin) de la época, no cumplió con su rol de fiscalización ni explotación de la minera. Si lo hubiese hecho, jamás habría tenido autorización para trabajar.

De este modo se rechazaron los recursos que había presentado el Consejo de Defensa del Estado, tras el dictamen de primera instancia, que había fijado la reparación en 80 millones, y que luego fue rebajado a la mitad por la Corte de Apelaciones. Si bien fueron 33 los mineros atrapados en San José, dos de ellos no fueron parte de la demanda, por lo que no recibirán la indemnización de los 40 millones a cada uno de ellos. El derrumbe de la mina San José se produjo el jueves 5 de agosto de 2010 alrededor de las 14:30 (UTC-4), dejando atrapados a 33 mineros a unos 720 metros de profundidad durante 69 días.1 El yacimiento, ubicado en la comuna chilena de Caldera, a 30 km al noroeste de la ciudad de Copiapó, era explotado por la compañía San Esteban Primera S.A.

El arduo trabajo de los rescatistas

Las labores de rescate comenzaron ocho horas más tarde, dirigidas inicialmente por el ingeniero en minas Miguel Fortt Zanoni. En la madrugada del viernes, grupos de rescatistas empezaron a trabajar para lograr acceso por una chimenea de ventilación mientras los mineros atrapados subían por la escalera de emergencia, pero el intento fracasó debido a que un tramo de la escalera no había sido instalado por la empresa. Se produjo un segundo derrumbe en la tarde del sábado 7 de agosto, anulando la opción de salida por el tubo de ventilación. El gobierno chileno anunció entonces que el rescate sería cancelado, pero la protesta de los familiares condujo a un nuevo intento, esta vez bajo la dirección del ingeniero André Sougarret y la coordinación del ministro de Minería, Laurence Golborne, utilizando maquinaria pesada de perforación.

Todos encontrados con vida

El domingo 22 de agosto, 17 días después del accidente, los mineros fueron hallados con vida, aunque con notorios síntomas de desnutrición. En ese entonces se habían organizado para racionar la muy escasa comida disponible en el refugio, potabilizar agua y promover un espíritu solidario que permitiera mantener alta la moral y buena convivencia. El día 24 de agosto llegó a la Mina San José el “Grupo de Tarea Naval 33” compuesto por especialistas en submarinos y un doctor experto en medicina de sumersión de la Armada de Chile, al mando del capitán de Navío Renato Navarro Genta, con la tarea de sumarse al grupo de rescate. También arribó a la zona un equipo del Ministerio de Salud de Chile a cargo del entonces ministro de salud, Jaime Mañalich, a la vez que se capacitaba en medicina operativa naval al equipo de la ACHS.

Sale a la superficie el primer minero

Comenzaron así las tareas para abrir un pozo lo bastante ancho como para enviar una cápsula de rescate hasta el refugio, disponiéndose a tal efecto tres planes alternativos. En este lapso los sobrevivientes fueron alimentados y monitoreados a través de la perforación inicial, mientras se comunicaban con sus familiares provisionalmente asentados en el «Campamento Esperanza». Tras 33 días de perforaciones solo interrumpidas por desperfectos mecánicos, uno de los tres planes —el B, con la máquina Schramm T130— consiguió «romper fondo» a 623 metros de profundidad. Luego de encamisar parcialmente la perforación se inició la extracción de los mineros, siguiendo un plan diseñado por el jefe interno de gobierno del ministerio del interior, Christian Barra, y el comandante del GT Naval, capitán de Navío Renato Navarro, empleando para tal efecto una de las tres cápsulas individuales, Fénix 2 (las tres cápsulas Fénix fueron idea de Alejandro Poblete Villablanca, ingeniero mecánico) a las 00:00 h del miércoles 13 de octubre, y diez minutos después se logró traer a la superficie al primer minero, continuando con los siguientes a un ritmo aproximado de uno por hora.

El más exitoso rescate de la historia de la minería

Hasta la fecha es el mayor y más exitoso rescate de la historia de la minería a nivel mundial (todos los trabajadores resultaron vivos e ilesos),2 siendo a su vez el evento mediático con mayor cobertura de esas características, con entre 1000 a 1300 millones de telespectadores (sólo superado por el funeral de Michael Jackson de 2009 y excediendo por más de 400 millones de televidentes a la misión Apolo XI de 1969).3 Según un estudio, el impacto mediático mundial del rescate es el mayor de la historia reciente de Chile, superior al que generó el terremoto del 27 de febrero de 2010. El rescate tuvo un costo de 29 millones de USD, de los cuales dos tercios fueron aportados por el Estado y el resto por donación de empresas privadas que controlan el 80 % del sector minero. El gobierno acordó con la empresa propietaria de la mina la cancelación de la deuda en un monto de 5 millones de dólares. (Informe de Mario Alejandro Sanhueza y Antonio Álvarez Bürger).