Por graves violaciones financieras, un cardenal y funcionarios del Vaticano irían a la cárcel

El fiscal del Vaticano, Alessando Diddi, pidió hoy 7 años y 3 meses de reclusión para el cardenal italiano Angelo Becciu, quien ejerció entre 2011 y 2018 como número dos de la Secretaría de Estado vaticana, en el juicio en el que se le acusa de graves violaciones financieras que dañaron a la Santa Sede. Para Becciu y los otros nueve imputados – funcionarios vaticanos, financieros e intermediarios – en este juicio sobre las irregularidades en la gestión de los fondos del Vaticano que comenzó hace dos años, Diddi pidió un total de 73 años y un mes de reclusión, más penas de inhabilitación y resarcimientos. Los otros imputados, acusados por diversos cargos (peculado, estafa agravada, extorsión y blanqueo de capitales), recibieron una petición de pena de entre tres y trece años de cárcel, y entre 9.000 y 18.000 euros en resarcimientos.

El cuestionado cardenal reveló a la prensa italiana que la renuncia no había sido voluntaria, sino que lo había hecho a petición del Papa Francisco, quien recibió denuncias de corrupción en su contra. «No robé ni un euro. No estoy bajo investigación, pero si me envían a juicio, me defenderé», dijo luego de que se hiciera pública su dimisión. Además, agregó en una conferencia de prensa en 2020 que «todo es surrealista. Ayer me sentía amigo del Papa, su fiel ejecutor».

El escándalo ocurrió a raíz de la compra con fondos de la Secretaría de Estado de un edificio lujoso en Londres. En el negocio participaron intermediarios italianos. Además, la justicia vaticana descubrió que dicha secretaría manejaba un fondo secreto de 700 millones de euros y que se usaba de manera irregular el tesoro del Óbolo de San Pedro, fondo donde los feligreses donan directamente al Pontífice para sus obras de caridad.