Un grupo de paleontólogos chilenos y extranjeros ha logrado el reciente descubrimiento de fósiles de 9 millones de años en la Laguna del Laja, en la comuna de Antuco, Región del Biobío. Los fósiles incluyen huesos, dientes y otros elementos biológicos, pertenecen a mamíferos, aves, reptiles y peces.
Los vestigios óseos fueron encontrados en una zona de rocas sedimentarias que se formó durante el Mioceno, una época que se caracterizaba por un clima cálido y húmedo. La región estaba cubierta de bosques y pantanos, y era hogar de una variedad de animales, muchos de los cuales no se encuentran hoy en día.
Este hallazgo en la Laguna del Laja es un valioso recurso para los paleontólogos, dado que proporcionan información sobre la vida en el pasado. Los elementos encontrados, ayudan a la ciencia a comprender la evolución de los animales, los cambios en el clima y el medio ambiente, y la distribución de los animales en el planeta.
El hallazgo, publicado en la revista Historical Biology, fue ejecutado por académicos y científicos de la Universidades Católica del Maule y de Concepción, el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, los Servicios Científicos Educativos y Turismo Científico de Chile, el Instituto de Ciencias Naturales Alexander Von Humboldt y la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Los investigadores esperan aprender más sobre la vida en el pasado y los cambios que han ocurrido en el planeta a lo largo del tiempo.
Asimismo, el equipo también tiene catrastada la presencia de tamaños y volúmenes completamente distintos y que habitaron la Laguna del Laja, millones de años antes de la aparición del ser humano.
El lugar donde aparecieron los fósiles es Cura Mallín, locación que se encuentra al sureste de la laguna del Laja y el volcán Antuco, entre las comunas de Antuco y Alto Biobío.
Aquí habitaban especies como el Nesodon conspurcatus, un herbívoro que pastaba en esas praderas. Pesaba cerca de 500 kilos y medía 1.5 metros de altura se trata de uno de los animales más voluminosos de su época, poseía una cabeza también de gran tamaño, casi desproporcionada para el cuerpo. Vivió hace más de 17 millones de años.
También existió el Glyptodontidae, un mamífero de gran tamaño que se caracterizó por su enorme caparazón óseo que, sumado a una piel especialmente dura y resistente, contaba con una excelente protección contra todo tipo de depredadores. Hace más de 12 millones de años que se le pierde el rastro.
Hubo también seres anfibios. La Rhinella fue uno de ellos. Los restos de esta especie son los más australes del mundo en la era del Neógeno.
Y el más reciente de los resultados positivos de la investigación fue, también en Cura Mallín, la aparición de una especie denominada el «Guardián de la Cordillera», se trata de un mamífero extinto hace 9 mil años.