La empresa OceanGate emitió un comunicado en el que confirmó que los cinco tripulantes del Titan, el sumergible que estaba desaparecido desde el domingo, están muertos. Lo siguiente es lo informado por la Compañía: «Ahora creemos que nuestro CEO Stockton Rush, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet, lamentablemente han sido perdidos.
«Estos hombres eran verdaderos exploradores, que compartían un espíritu distintivo de aventura y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo. Nuestros corazones están con estas cinco almas y cada miembro de sus familias durante este trágico momento. Lamentamos la pérdida de vidas y la alegría que trajeron a todos los que los conocían.
«Este es un momento extremadamente triste para nuestros dedicados empleados que están exhaustos y afligidos profundamente por esta pérdida. Toda la familia de OceanGate está profundamente agradecida por los innumerables hombres y mujeres de múltiples organizaciones de la comunidad internacional que agilizaron una amplia variedad de recursos y trabajaron arduamente en esta misión. Agradecemos su compromiso de encontrar a estos cinco exploradores, y sus días y noches de trabajo incansable en apoyo de nuestra tripulación y sus familias. Éste es un momento muy triste para toda la comunidad de exploradores y para cada uno de los familiares de los perdidos en el mar. Pedimos respetuosamente que se respete la privacidad de estas familias durante este momento tan doloroso».
La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG), que coordinó el operativo de rescate, había anunciado que un avión canadiense P-3 había detectado «ruidos submarinos» en el área donde desde el domingo se buscaba la nave Titán. Ésta había perdido toda comunicación el domingo, durante una inmersión con los 5 tripulantes a bordo hacia los restos del Titanic. Los medios estadounidenses, citando memorandos internos del Gobierno, habían calificado los ruidos como «sonidos de golpes». Sin embargo, después los vehículos operados a distancia entregaron «resultados negativos», según la USCG. El rescate avanzaba a contrarreloj, ya que el sumergible desaparecido tenía reservas de oxígeno para unas 96 horas y le quedaban ya menos de 10.